Obispo ordena que sacerdotes porten identificación religiosa tras ataque en Chilapa
Chilpancingo de los Bravo, Guerrero. Lunes 1° de Agosto de 2022.
El obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, informó este sábado que el sacerdote atacado a balazos el pasado jueves en Chilapa, Felipe Vélez Jiménez, fue trasladado a Cuernavaca, Morelos, porque no ha sido operado.
En el reporte del domingo a las 1:40 de la tarde, la oficina de la Diócesis precisó que del traslado del sacerdote a Cuernavaca, fue para su atención en una clínica privada.
Confirmó su diagnóstico, en estado delicado pero estable, y que se realizan los estudios pertinentes para poder realizarle cuanto antes la cirugía que necesita por la herida que sufrió en el pómulo. Espera que se realice en el transcurso de la semana.
La tarde del sábado, en declaraciones al concluir la misa que se celebró en la plaza Primer Congreso de Anáhuac, el obispo explicó que Vélez Jiménez fue atacado a balazos cuando había acudido al seminario como en años anteriores y “a la salida se encontró con un disparo”.
Por la violencia en el estado, adelantó que pedirá que los sacerdotes se identifiquen de forma externa, y que sus vehículos sean rotulados con signos religiosos, “para que si nos confunden que nos confundan porque ya la traen, pero que no nos vayan a confundir por equivocación”.
“Es decir que nos pueden confundir, hay que llevar nuestros carros, hay que ir identificados, es que ya no se puede pasar desapercibido, voy a decir que lleven una identificación externa, eso sí yo tendría que obligar que traigamos el alzacuello o un signo religioso y los vehículos también estén rotulados para qué si nos confunden que nos confundan porque ya la traen, pero que no nos vayan a confundir por equivocación”, expuso.
En el cierre de la Jornada por la Paz, indicó que el sacerdote “está delicado, por qué no le han podido hacer cirugía, no lo han podido intervenir”, y que ya no está en el Hospital General Raymundo Abarca Alarcón de Chilpancingo, y fue trasladado a Cuernavaca, en el estado de Morelos.
Acerca de si la Fiscalía General del Estado (FGE) le ha informado los motivos o la razón por la que fue atacado a balazos, el obispo respondió que todavía no, y que está en espera de información.
De si se pretende desviar las investigaciones con la información que dio el vicefiscal de Investigación de la FGE, Ramón Celaya Gamboa, de que el sacerdote iba acompañado de una mujer cuando fue atacado, José de Jesús González contestó que “no sé, yo estaba en misión y espero que me digan”.
A la pregunta si pedirá a los sacerdotes que dejen de ir a ciertas zonas por la violencia, el obispo manifestó que no, pero sí deberán identificarse como religiosos.
“Es decir que nos pueden confundir, hay que llevar nuestros carros, hay que ir identificados, es que ya no se puede pasar desapercibido, voy a decir que lleven una identificación externa, eso sí yo tendría que obligar que traigamos el alzacuello o un signo religioso, y los vehículos también estén rotulados, para que si nos confunden, que nos confundan porque ya la traen, pero que no nos vayan a confundir por equivocación”, expuso.
De cuál era su opinión luego de que desde que llegó hace tres meses a la diócesis de Chilpancingo-Chilapa ya le tocó un cura atacado y otro perseguido por el estado, en referencia a lo dicho por el padre Filiberto Velázquez Florencio y director del Centro Minerva Bello, José de Jesús sonrió y expuso que “ahora ya no se esconde nadie, ahora a todos nos llega”, y que “el sacerdocio también está en la mira de muchos y muchas de estas situaciones”.
De si luego del ataque al sacerdote se acercará a los grupos de la delincuencia, expresó que sí lo hará, “nada más hay que dar con ellos”, además, comentó que de su recién visita a Tlacotepec no tuvo problemas para entrar, “yo creo que saben quién entra y quién sale, a mí no me detuvieron”, sostuvo con una sonrisa.
Se le preguntó si ante la violencia pensaba como el presidente que “abrazos no balazos”, y dijo, “ojalá fuera cierto que sea eso, que no sean balazos, pero que sea cierto”.
Comentó que en la Iglesia católica rezan para que ni en Guerrero ni en México haya “más guerra, más violencia, más muertos, por ahí no va, por eso rezamos para que no se agarren las armas”.